No a la Auto-destrucción de la Ciudad
Este día Sábado 11 de Diciembre, una agrupación de automovilistas ha convocado a una protesta con el fin de denunciar los cobros excesivos que según ellos sufrirían al utilizar el automóvil particular en la ciudad.
Las agrupaciones firmantes nos hemos opuesto desde el comienzo a la construcción de autopistas urbanas, dado que son un incentivo a un mayor uso del automóvil y constituyen verdaderas heridas en el tejido urbano. Pero si estas ya han sido construidas, lo mínimo que puede exigirse es que los que las usan paguen integramente el costo de construirlas y eso no ocurre. En efecto, el Gobierno ha entregado un seguro de flujo para eliminar el riesgo del negocio de las concesionarias y esto hace que el costo financiero de las obras lo terminemos subsidiando todos los habitantes del país. Es decir, los automovilistas que las usen no estarán ni siquiera pagando el valor real de ellas.
Pensamos y postulamos que utilizar el automóvil como medio de transporte urbano debería ser considerablemente más caro dada su ineficiencia y sus nefastas consecuencias para la ciudad. Estos impactos negativos, por cierto, no los compensa ninguna suma de dinero que se les pudiese cobrar a quienes utilizan habitualmente ese contaminante medio.
Hoy en día el uso del automóvil tiene demasiadas garantías y el estado con sus diversas políticas se las ha arreglado para incentivar su uso, beneficiando a un porcentaje inferior de la población, ya que el 24% de los viajes corresponde a automóviles particulares v/s el 73.27% que se hace en otros modos de transporte principalmente caminata, transporte público y bicicleta.
Podemos desprender entonces que las actuales políticas tienen al automóvil particular como protagonista nº1 y principal beneficiado. Nosotros postulamos que el uso del automóvil particular debe ser restringido dado que atenta contra la calidad de vida de las personas.
El uso desmedido del automóvil es la principal causa de la contaminación de la ciudad, muerte prematuras de ancianos y niños, pérdida de espacios públicos por la demanda de espacio para los automóviles, muertes por siniestros de tránsito, deterioro arquitectónico, pérdida de la audición por ruido, stress...
Creemos que el Estado debe adoptar ya políticas que beneficien a la mayoría de la población urbana, fomentando los medios de transporte no motorizados y el transporte público que es donde mejor invertido estará el dinero.
Arriba 'e la Chancha
Acción Ecológica